Algunos verdugos no lo pasaban nada mal cuando tenían que matar a alguien en la guillotina. Aprovechaban la cabeza del condenado para intentar hacer strikes.
¿Extrañísima nube o prueba de otra vida? Al menos eso es lo que debe estar preguntándose el autor de la última foto paranormal del momento obtenida por Andrew Watters de Invercargill, Nueva Zelanda.